"...la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos."
"Lo único que me duele de morir es que no sea de amor."
Segunda novela que leo de Gabo, la primera fue cien años de soledad, me encanta la forma en que el describe el acontecimiento mas mínimo que ocurre en el momento de la historia, estas descripciones hacen que el lector se adentre totalmente en la escena y pone la imaginación a trabajar arduamente.
Nos presenta a Florentino Ariza, comenzando en su edad joven, donde por cosas de la vida, conoce a Fermina Daza, pero como en la mayoria de historias contadas de años atrás, la diferencia de su rango social es el impedimento mas grande. Los años pasan y el aquel muchacho que ya se ha convertido en hombre sigue sintiendo aquella atracción por Fermina, mientras que ella ha decidido continuar su vida. Acompañamos a los protagonistas durante muchos años de su vida (desde que están jóvenes, hasta su vejez) donde podremos ver como a través de los años y de que ambos continúan con su vida, cada uno desde su rol, parece que el destino no desea que el uno de desvincule del otro.
Me gusto como Gabo siempre muy fiel a su región, hace alusiones a su tierra. No me gusta, y no se si todos los libros de el son así, pero me cuesta un poco conectarme con los personajes cuando la narración es en tercera persona, pues eso hace que para mi los personajes tengan una personalidad un poco superficial.
Este libro lo leí por el reto literario de 12 meses leyendo para el mes de febrero que debíamos leer una historia romántica, y si que fue romántica, aunque sin irse a lo cursi sino mas bien humana, pero teniendo siempre presente el realismo mágico de Gabo.
tres Olgas de cuatro.
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